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25 de junio de 2009

con la zurda

hace unos días atrás (ya casi 20) me caí en la universidad. consecuencia: la obvia, fracturas, dos para ser más exacta. por una de ellas tengo reposo por cuatro semanas en cama, porque para el coxis la única opción es esa. ya voy en la mitad -casi- de ese tratamiento y estoy mucho mejor. la segunda es un tanto más grave, mi codo derecho vuelve a estar mal y al igual que cuando tenía 9 años me tendrán que "intervenir quirurjicamente" para reparar mi hueso fuera de lugar.

así que aquí estoy, con tiempo de sobra, esperando que mis huesos peguen y los médicos decidan lo mejor para mi brazo. por eso durante estos días he leído, visto televisión, películas y twitteado mucho. me es cómodo solo tener que escribir 140 caracteres ahora que estoy solo con mi mano izquierda útil.

no me es para nada difícil hacer las cosas con mi mano izquierda, no soy para nada inútil, me es natural adecuarme ante un evento como este. claro que no puedo negar que al principio es lento y debí acostumbrarme a esto. cansa sí. mi brazo no puede con tanto de un día para otro. ahora mi brazo está un tanto cansado, así que hasta acá no más llego, no lo puedo sobre exigir.

7 de junio de 2009

Persepolis

Esta semana estuve enferma, con reposo toda la semana, así que tras mejorar un poco me puse a ver películas que tenía acumuladas por ahí, entre ellas Persepolis. Una historia conmovedora sobre la historia de Irán relatada a partir de la vida de Marji, desde su infancia hasta su vida adulta.

Mientras la veía tuve dos reflexiones: sobre cuanto sufrimiento hay en países tan lejanos (para nosotros), que viven entre constantes conflictos bélicos, políticos, religiosos fundamentalistas y de otros tipos, que hoy para nosotros son lejanos e impensados. Y también sobre cómo ven la vida una adolescente que sale al mundo, desde un lugar donde solo hay guerra a uno lleno de libertad y donde los problemas triviales parecen ser lo más complejo del mundo.

Fue en ese punto, cuando la protagonista -ya instalada viviendo en Viena- enfrenta a sus amigos europeos, que se quejan de la vida y se cuestionan para qué vivir, si todo es aburrido. Marji los encara diciendo que hay mucho porque vivir y que la vida no es aburrida, que son libres y deberían ser felices por eso. Lo encontré genial, porque muchas personas se quedan estancadas pensando cuan fomes son sus vidas o simplemente no aprovechan de hacer tantas cosas teniendo la posibilidad de hacerlo. A mi me encantaría poder hacer demasiadas cosas y creo que las he hecho, lo que me deja feliz y contenta cada vez que pienso en ellos. Es cierto que a veces me aburro, pero son instantes, fragmentos, que sumando son los menos, porque los logros valen por dos.

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