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17 de julio de 2010

Cede tu Asiento ¡¡Por Favor!!

Hoy inicio formalmente la Campaña "Cede tu Asiento", para que las personas que realmente necesitan ir sentadas en el transporte público tengan un lugar seguro donde transportarse.

Tras los acontecimientos ocurridos esta última semana, que en los siguientes párrafos detallaré, creo necesario comenzar una campaña para que las personas que se manejan en el transporte público observena su alrededor y se den cuenta que hay personas que necesitan ir sentadas por su comodidad y seguridad.
Desde pequeña vengo a Santiago y siempre me manejé en metro. La forma más fácil y segura para mi salud. Además, a los lugares que iba era el mejor acceso. Las estaciones Ecuador, Universidad de Santiago y Universidad de Chile eran mis destinos. Ya de grande amplíe mi repertorio y todo lo que sea metro es donde más me acomoda.
Hasta hace unos días nunca había tenido un incidente tan potente como el que me ocurrió hace casi dos semanas. Me cambiaron de horario en el trabajo y salgo a una hora en que ya el tráfico de personas aumenta y todavía puedo subir sin mayor problema. El vagón iba lleno y como de costumbre miré si había un asiento libre, pasando entre las personas para ver también si alguien me cedía su asiento. Como nadie se movió, le pregunté a un joven mujer, como de entre 20 o 25 años, con mi típica frase "disculpa, podrías darme el asiento por favor" y ella me miró y de una me dijo: "No", acompañado una mirada de enojo por la pregunta, horrible. Yo la miré y solo atiné a decirle "gracias".
Me quedé para adentro, si me hubiera dicho un no de otra forma, quizás hasta puedo entender su situación, mas me miró de una forma que le molestó demasiado mi pregunta. En eso una señora se dio cuenta de mi presencia y le pidió el asiento a una niña que iba sentada en la fila del frente.
Esto ha sido lo más potente que me ha pasado, sin embargo con esto de viajar en un horario donde todos empiezan a salir del trabajo me ha costado más conseguir un lugar. Otro día pregunté a cuatro mujeres jóvenes que iba en una fila de cuatro asientos juntos y ninguna contestó.
Es triste ver como no existe conciencia social en nuestro país. Son pocas las personas que tienen el sentido de su entorno, que miran a su alrededor para saber que pasa y que no se quedan pegados en si mismos, imbuidos en sus problemas y sin siquiera una mirada de cordialidad. Una sonrisa o una cara amable no hace mal, tampoco quita pedazo, al contrario siempre trae de vuelta algo más positivo.
Es cierto, quizás muchos vayan cansados, hayan tenido un mal día o simplemente vieron un lugar y se sentaron, para tener un viaje más cómodo. Pero si usted ve a un anciano, a una señora embarazada o con guagua, a una persona enferma o a una persona discapacitada se consciente y piense en que esa persona puede necesitar más ese asiento, no se quede mirando, usted puede hacer algo.

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