Páginas

4 de marzo de 2006

miradas de niños

nunca se debe subestimar una impresión de un niño, son demasiado despiertos y son capaces de impresionarse con muchas cosas. se fijan en cada detalle, por mínimo que este sea. toda mi vida he sido objeto de admiración infantil. sus ojos se abren gigantes cuando paso por el lado de uno de ellos y se quedan pegados observándome. claro, en un principio no me daba cuenta, también era una niña como ellos, pero luego al ir creciendo se tornó un tanto molesta, no entendía por qué los niños me miraban si yo era un poquito mayor que ellos. con el tiempo me di cuenta que era extraña para ellos, que parecía soy de su porte pero mis facciones y acciones no corresponden a las que ellos.

son chistosos, porque los niños que me quedan viendo se paralizan y no saben cómo actuar, la mayoría le dice a su mamá, papá o acompañante de turno: "mira la niña", otros se quedan pegados y no reaccionan cuando los llaman o caminan mirándome, lo que les ocaciona más de algún tirón, choque o tropiezo, solo por no poner atención por donde caminan.

a veces solo les sonrio u otras les digo 'hola', ahí muchos me responeden y se dan vuelta, se quedan tranquilos de saber que soy 'normal' y no un extraterrestre del último planeta de la galaxia estelar o una cosa por el estilo. algunos, generalmente niñas, me empiezan a conversar, me preguntan que te pasó en los huesos o un simple por qué eres así, y les digo que tengo un problema en los huesos, que son débiles. ellos con una simple respuesta se quedan tranquilos y ya, problema solucionado.

lamentablemente, esto ocurre con algunos adultos. personas 'grandes' se quedan pegadas mirándome como bicho raro, como si tuviera algún extraño mal que les choca y no les agrada. en este último tiempo lo he vivido en mis viajes en metro, cuando en vez de preguntarme si necesito el asiento, se quedan todo el viaje viéndome, sin pensar que podría necesitar el asiento. pero bueno, no todos tienen la noción de vivir con una persona discapacitada al lado.

por eso me gusta la simpleza de los niños, que no se cuestionan nada y solo preguntan que me pasa, o se ponen nerviosos cuando los saludo. si al fin y al cabo son niños, ellos deben aprender a vivir sabiendo que todas las personas somos distintas, sin importar nada más.

2 comentarios:

todo es de color dijo...

Hola, me gustaron los temas q tratas, y cómo los tratas, desde lo q te pasa a ti con las cosas.
Sabes? he sentido esa mirada que describes, desde siempre. Es la mirada entre desconfiada y de reprobación a lo diferente. Me vine a vivir a España hace poco (tampoco había salido nunca antes de Chile) y me di cuenta de que muchos chilenos mantienen esa actitud aqui. Para mi está llena de prejuicios y resentimiento. Es la típica mirada q le dan al q se atreve a hablar, al q sobresale por algo, al q no tiene complejos. Nunca he sido vergonzosa ni acomplejada, más bien me considero un poco ridícula, pero mi actitud ha sido siempre "Y qué!" porq lo paso bien asi.
Si das vuelta las cosas, el verdadero show son los q te miran asi. Es increíble!
Otro día te leeré.
Claudia

Montshita Naranjo S. dijo...

Ehhhh.... eso.

Lo del metro es algo ya que sobrepasa límites. Entiendo cuando los niños se quedan parados mirando, pero ellos al menos reaccionan. Lo que no me calza es que los adultos tomen una actitud poco acorde a su condición de tales y, simplemente, prefieran voltearse.

Qué simple es la vida para algunos...

T quiero muxis!!!!

linkwithin

Blog Widget by LinkWithin